No sé si os pasa, pero cada vez tengo que estar más pendiente de que no me quieran dar opinión por información. Me pasa algo parecido con lo de la publicidad. Las líneas son cada vez más finas. Sobre todo cuando veo los informativos. No importa en qué canal de televisión, pero no sólo recibo información, sino también una buena dosis de interpretación y de opinión.
Me gustan los debates, leer las columnas de opinión en los periódicos, pero cuando veo un informativo, quiero eso, información, noticias, saber qué ha pasado. ¿Qué es eso de que el conductor del informativo opine o deje caer de alguna forma una interpretación sutil de la noticia o que no se den todos los datos o que sólo se de la reacción de una parte?
Recordemos que una noticia tiene que responder a: Quién, qué, cuándo, dónde, por qué. Y debe estar contrastada.
La información debe contar hechos, cosas que pasan, sin más. Hay que dar esta información porque el periodista debe hacer un servicio a la sociedad, es un mero transmisor. Luego existen géneros para contar las cosas de otra forma, como las crónicas o las tribunas.
Por supuesto, también tenemos a los tertulianos, comentaristas y analistas. Sobre su capacidad para recorrer platós ya hablaremos en otro momento y sobre sus poderes para saber de todo en cualquier momento, también.
Volvamos al principio. Lo que pasa es que los medios de comunicación se convierten no en transmisores de información, sino en portavoces de otros intereses, ya sean políticos o empresariales….Es tan sencillo como ver un informativo y escuchar.
Al final, hay que ver varios para hacerse una composición de lugar más o menos cercana a la realidad. Ya sabemos que la objetividad no existe, pero sí debería haber imparcialidad y una forma de conseguirla es incluir todos los datos, que no haya sesgos en la información y que se recaben varias fuentes.
Escucha, habla...Comunica 